Los elementales son seres que dominan los cuatro elementos: tierra, agua, aire, fuego. y para manifestarse materialmente toman su forma. Están en la naturaleza para darle vida, movimiento, dirección y protección. Son cuidadores de que cada proceso se desarrolle en sus tiempos oportunos y de manera adecuada. El florecimiento de las plantas, las lluvias, las estaciones del año, la vida y cada detalle grande o pequeño que ésta implica.
Todo en el universo tiene vida, así como un ser humano tiene un espíritu que anima su cuerpo, es guiado y acompañado, cada ser de la naturaleza también es animado por energía y custodiado.
Los seres elementales se conocen normalmente como seres de fantasía, los hemos visto siempre: Hadas, elfos, gnomos, duendes, ninfas, salamandras; lo que hace que se les reste importancia y de hecho se cuestione su existencia, pero esto pasa únicamente como consecuencia de la falta de conexión del hombre con la naturaleza, viendo en ella un objeto de explotación para su beneficio, invisibilizando sus diferentes manifestaciones, sabiduría y complejidad. Su energía es neutra, actúan desde el amor y el cumplimiento de su propósito especial. En ocasiones se comunican con nosotros si sienten seguridad y confianza, si ven una voz que los pueda ayudar a expandir su visión y sienten conexión, respeto y coherencia en nuestro actuar hacia ella. Si por el contrario sienten una amenaza en una persona o entorno, harán lo que sea necesario para tomar su lugar y detener la injusticia. Incluso si las acciones son fuertes, su compromiso es mantener el equilibrio.
Energía calmada, intuitiva, invitan al disfrute, a la simplicidad, a fluir, confiar en los ritmos perfectos de la vida, soltar, conectar con la dulzura, la alegría y la suavidad. Cuando se defienden sin embargo, pueden generar terror.
Cada uno de nosotros naturalmente tiene una conexión especial con estos seres mágicos, ya que en nuestra composición energética y material tenemos un poco de cada elemento. Lo único que debemos hacer para reafirmar esta conexión es aprender a ver en la naturaleza más que un objeto que existe para ser usado, un ser completo, divino y amoroso.
!Ábrete a la magia más allá de lo visible!
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